Aunque la mayoría de los problemas de la vista aparecen cuando somos adolescentes, tendemos a olvidar que los más pequeños también hacen frente a una disminución de la visión: un 40% de los niños españoles padece miopía y necesitan corrección visual.
A la mayoría de los niños nunca se les da la opción de usar lentes de contacto y, sin embargo, hay muchos que empiezan a sentir una mayor confianza en sí mismos y mejora su bienestar mental al empezar a usar lentillas. En Vision Direct queremos ayudarte a tomar la decisión correcta para la vista de los más pequeños.
A la gran mayoría de los niños se les recomiendan gafas para la corrección de la vista. La principal razón se debe a los desafíos que presentan las lentillas: en comparación con las gafas, las lentes de contacto necesitan de más cuidados para que sean seguras, y es posible que no creamos al niño capaz de limpiarlas y almacenarlas correctamente después de cada uso.
Sin embargo, diversos estudios demuestran que los niños de tan sólo ocho años son tan competentes como los adolescentes en ser responsables a la hora de cuidar de sus lentes de contacto. De hecho, dándoles las instrucciones correctas, la gran mayoría de los niños tardan lo mismo en ponérselas y quitárselas que los adultos.
Por supuesto, no se le puede pedir a un niño que instantáneamente adquiera la responsabilidad de cuidar de sus lentillas.
Sin embargo, con unos padres volcados que desde el comienzo le ayuden, supervisen y lo mantengan motivado, no hay razón por la que un niño no pueda desarrollar la disciplina necesaria para llevar a cabo esta tarea.
En un primer momento, las gafas pueden parecer la opción más fácil para corregir la vista de tu hijo. Aunque la idea de que requieran de menos cuidados que las lentillas puede parecer una gran ventaja, es importante no subestimar el impacto que el uso de las lentes de contacto puede tener en el niño, tanto en su sensación de autoestima como en su estatus social. Además, una buena visión es básica para obtener el máximo rendimiento en el colegio, por lo que una corrección de la visión es esencial para el desarrollo de tu hijo.
Gracias a personajes como Harry Potter o Manolito Gafotas, fenómenos como YouTube o el auge de la cultura geek, el uso de las gafas en la infancia o la adolescencia conlleva menos prejuicios que en el pasado. Para muchos niños y adolescentes, utilizar gafas es una decisión que puede ayudarles a sentirse como algunos de los adultos a los que admiran.
Sin embargo, hay estudios que demuestran que muchos niños disfrutan de un aumento de la autoestima después de dar el salto a las lentillas. Un estudio de 2009 (aquí la publicación original en inglés) observó a 484 niños de entre tres y doce años de edad durante tres años, después de proporcionarles gafas o lentes de contacto. Los investigadores les preguntaron cómo se sentían y qué tal les iba en muchos aspectos de su día a día en el colegio. Los resultados mostraron que los niños con lentillas disfrutaban de niveles más altos de satisfacción con su apariencia, rendimiento deportivo, trabajo escolar y estatus social.
Para niños y adolescentes, los deportes y las actividades físicas son esenciales para crear relaciones sociales y desarrollar confianza. Las gafas con montura pueden restringir su visión y dificultar la realización de ciertas actividades. El estudio antes mencionado también demostró que los niños y adolescentes se mostraban más satisfechos al realizar sus actividades físicas al llevar lentes de contacto.
Puede que te preocupe que tu hijo no sea lo suficientemente maduro para comprometerse a limpiar y guardar las lentillas todas las noches. Nadie conoce a tu hijo como tú, pero se ha demostrado que la rutina y la responsabilidad ayudan a los niños a tener una mayor sensación de confianza y autosuficiencia. Hoy en día, las lentillas de usar y tirar también hacen que la rutina de cuidados sea más fácil de seguir.
El director de operaciones y optometrista de Vision Direct, Brendan O'Brien, asegura: "Desde Vision Direct queremos asegurarnos de que los padres tomen las decisiones correctas para corregir la vista de su hijo. La razón por la que los niños pierden la confianza en sí mismos cuando se les dice que "necesitan gafas" (a menudo como una explicación sencilla de su error refractivo) no se debe a que no aceptan el problema de su visión, sino más bien a una situación en la que sienten que no tienen opciones. Al destacar lo viables que pueden ser las lentes de contacto para niños, esperamos que estén más motivados para hacer frente a la situación".
Si estás interesado en valorar la posibilidad de utilizar lentes de contacto para tu hijo, infórmate sobre Vision Direct o solicita una revisión de la vista con tu óptico más cercano.
